Es curioso lo rápidamente que muchos extranjeros se adaptan a nuestras costumbres. Aunque, tratándose de churros no me extraña en absoluto, jeje. Un abrazo, josep.
La fotografía, con un blanco y negro excelente y muy dentro de la línea de rescatar del olvido e inmortalizar toda una serie de rincones que constituyen en la práctica el alma de Barcelona, destaca por ese movimiento contenido que has congelado en el momento oportuno, hasta el punto de que el gesto del chico, aparte de protector, parece decir: "¡quieta!". Un fuerte abrazo,
Es curioso lo rápidamente que muchos extranjeros se adaptan a nuestras costumbres. Aunque, tratándose de churros no me extraña en absoluto, jeje.
ResponEliminaUn abrazo, josep.
Destaco especialment el dinamisme que transmet, els tres personatges en moviment.
ResponEliminaLa força del blanc i negre és marca de la casa.
Una abraçada.
Hasta me llega el olor de los churros
ResponElimina¿Hasta de madrugada estás al pié del cañón? porque aquí se toman los churros al acabar una fiesta al amanecer.
ResponEliminaNo, estos los tamaban para desayunar!
EliminaHay cosas que a cualquier hora son buenas y que nadie se resiste.
ResponEliminaLos pillaste in fraganti
Una brazo
Great photo indeed. Greetings!
ResponEliminaNice moment-shot.
ResponEliminaUn abraçada
De vez en cuando se apetece tomar un desayuno con churros.
ResponEliminaBuen momento captado.
Besos
De les millors xurreriess!
ResponEliminaQuina activitat de reordenament de coses, aquesta gent...
podi-.
La fotografía, con un blanco y negro excelente y muy dentro de la línea de rescatar del olvido e inmortalizar toda una serie de rincones que constituyen en la práctica el alma de Barcelona, destaca por ese movimiento contenido que has congelado en el momento oportuno, hasta el punto de que el gesto del chico, aparte de protector, parece decir: "¡quieta!".
ResponEliminaUn fuerte abrazo,
A eso no hay quién se resista:))
ResponEliminaBesos.