Una instantánea que cuenta toda una escena. Las sombras hablan tanto como las luces. Las texturas tanto del vestido de la mujer como de la pared son geniales. Un abrazo
Mi lectura coincide en gran medida con la ya hecha por Anaximandro. El cajero permanece y debe permanecer así, oculto y al acecho entre las sombras, para que nadie caiga en la cuenta de que en pleno Madrid castizo es incapaz de anunciarse a los clientes en el idioma de éstos. Desde luego los españoles no tenemos arreglo, "we are stupid". ¡Ay, perdón, quise decir "somos estúpidos"! ¿Tendremos que iniciar una campaña similar a la de la letra "Ñ"?
Como ves, amigo Josep, hoy me he levantado reivindicativo. Un fuerte abrazo,
Saliendo del impersonal y misterioso servicio del cajero automático. Por suerte, la joven aporta humanidad a la escena.
ResponEliminaUn abrazo.
Una instantánea que cuenta toda una escena. Las sombras hablan tanto como las luces. Las texturas tanto del vestido de la mujer como de la pared son geniales.
ResponEliminaUn abrazo
Mi lectura coincide en gran medida con la ya hecha por Anaximandro. El cajero permanece y debe permanecer así, oculto y al acecho entre las sombras, para que nadie caiga en la cuenta de que en pleno Madrid castizo es incapaz de anunciarse a los clientes en el idioma de éstos. Desde luego los españoles no tenemos arreglo, "we are stupid". ¡Ay, perdón, quise decir "somos estúpidos"! ¿Tendremos que iniciar una campaña similar a la de la letra "Ñ"?
ResponEliminaComo ves, amigo Josep, hoy me he levantado reivindicativo. Un fuerte abrazo,
Magistral como siempre
ResponEliminaTú y tu magia con la luz. Fantátisca.
ResponEliminaUn abrazo.
Las sombras parecen ocultar el cajero, mientras la luz deja ver a la gran protagonista de la escena.
ResponEliminaBesos
Momento decisivo en el que la chica atraviesa de una sombra a la otra y que has logrado captar a la perfección. Un abrazo Josep
ResponEliminaMe usta ese blanco impoluto.
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