Los gatos para mucha gente son seres esotéricos y también un poco de mal agüero y si encima están en la puerta de un cementerio, qué más se puede pedir.
Bien compuesta y con un contraste excelente entre el pelaje del gato y el resto del paisaje, pero mejor nos quedamos con las cosas terrenales, jajajaja.
Aprovecho que hoy tengo mañana de descanso. Después de esa estupenda serie a través del cristal, esta escena en la que se mezclan gatos y cementerios es como para cruzar los dedos. Es una fotografía plena de oportunidad en la que el contraste entre el blanco del gato y los grises del cementerio capta el interés de inmediato. Un fuerte abrazo.
Menos mal que el gato es blanco...Es de miedo, mortal, tanto por el motivo como por ese buen procesado en blanco y negro, viene bien cambiar de adjetivos de vez en cuando. Un abrazo amigo
El gato se convierte en elemento principal del paisaje tétrico y un tanto inquietante que representa todo cementerio. Una gran toma, llena de visión y oportunismo. Un abrazo.
Una imatge no apte per a supersticiosos. A mi no em fa res entrar i fer fotografies en cementiris, ofereixen imatges interessants... també des de la porta estant.
Creo que he estado en esta misma iglesia en una visita que hice a Navarra hace unos años. Este año vuelvo a ir para allá. La foto magnífico, tiene un toque tétrico que le da su punto.
Los gatos para mucha gente son seres esotéricos y también un poco de mal agüero y si encima están en la puerta de un cementerio, qué más se puede pedir.
ResponEliminaBien compuesta y con un contraste excelente entre el pelaje del gato y el resto del paisaje, pero mejor nos quedamos con las cosas terrenales, jajajaja.
Feliz cumpleaños, Josep.
Muchas gracias Enrique. Un abrazo
EliminaAprovecho que hoy tengo mañana de descanso. Después de esa estupenda serie a través del cristal, esta escena en la que se mezclan gatos y cementerios es como para cruzar los dedos. Es una fotografía plena de oportunidad en la que el contraste entre el blanco del gato y los grises del cementerio capta el interés de inmediato.
ResponEliminaUn fuerte abrazo.
Es una foto genial y con gran fuerza por los contrastes tonales
ResponEliminaMenos mal que el gato es blanco...Es de miedo, mortal, tanto por el motivo como por ese buen procesado en blanco y negro, viene bien cambiar de adjetivos de vez en cuando.
ResponEliminaUn abrazo amigo
El gato se convierte en elemento principal del paisaje tétrico y un tanto inquietante que representa todo cementerio. Una gran toma, llena de visión y oportunismo.
ResponEliminaUn abrazo.
Una imatge no apte per a supersticiosos.
ResponEliminaA mi no em fa res entrar i fer fotografies en cementiris, ofereixen imatges interessants... també des de la porta estant.
Una abraçada.
Como los gatos siempre han despertado mis simpatías, el que esté en ese tétrico lugar , no me influye.
ResponEliminaBesos
Creo que he estado en esta misma iglesia en una visita que hice a Navarra hace unos años. Este año vuelvo a ir para allá. La foto magnífico, tiene un toque tétrico que le da su punto.
ResponElimina